Before I die… Ús Festival
Els Antics Encants Vells en su último aliento reconciliaron al arte urbano con la sociedad. Llegando al final de la vida se pierden los complejos y así, ese lugar a punto de desaparecer, da una lección de dinamización del espacio público con el mayor de los actos reivindicativos, el arte.
El Ús Festival, que se celebró el pasado 1 de febrero, reunió en el viejo mercado a más de 50 artistas. Dejó sus muros libres a la expresión. La luz hizo desaparecer el gris de las piedras, incluso el gris del cielo se esfumó. Inmensos murales de extrema calidad artística aparecieron pincelada a pincelada o a golpe de spry ante nuestros ojos.
Es la primera vez que Barcelona alberga un evento dedicado al arte urbano de estas dimensiones, para el que la organización contó con Sergio Mora, un artista que ha confiado en Art Plus para reproducir en serigrafía alguna de sus obras, en el gran acto organizado por RebobinART y la productora La Familia, con el apoyo del Ayuntamiento y Montana Colors y a quienes damos nuestra enhorabuena.
En un curioso planeta azul un ser lanzaba rayos protegiendo su espacio, «todos tenemos derecho a una vivienda digna», declaraba el botijo espacial. Nos encanta que artistas reconocidos participen en este tipo de encuentros que aspiran a rescatar para el arte los espacios en desuso o efímeros que generan las transformaciones urbanísticas.
No nos sorprendió la maravilla de este mural como tampoco el del otro planeta que nos atrapó, ese de unicornios con tupés de colores pastel cuya creadora es Amaia Arrazola.
Una gran lista de artistas de técnicas como el graffiti, la ilustración, la escultura o instalación completaba el elenco: Guim Tiò, Chamo San, Momo, Ricardo Cavolo, Orne Cabrita, Spy, Eddjin o Domestic Data Streamers.
En el Ús Festival convivieron exhibiciones creativas, workshops y conciertos para todos los públicos.
Como declaraba Marc García, uno de sus fundadores y con quien compartimos deseos «que el festival sea la puerta de entrada a la creación de espacios regulados para la proliferación de nuevos artistas». Un festival por el que pasaron más de 3.000 personas y del que esperamos ansiosos una segunda edición.